martes, 30 de junio de 2009

El agua y vida

La importancia del agua en la vida puede entenderse si nos referimos a las funciones que realizan los organismos para mantenerse vivos. En las funciones que permiten a los organismos manejar la energía para sintetizar y degradar compuestos, el agua juega un papel determinante. Asimismo, los compuestos orgánicos, fuente de energía, se transportan a través del agua. La fotosíntesis no podría tener lugar en los vegetales fotosintéticos, sin la presencia de la molécula de agua. La fase luminosa (acíclica) requiere de la ruptura de la molécula de agua (fotólisis) para disponer de los electrones necesarios para el proceso. Todos los organismos dependen de las funciones realizadas por los vegetales (autótrofos) de manera que sin el agua, este importante eslabón de la cadena vital, no sería posible la vida como la conocemos. Así, el agua es al mismo tiempo un insumo y un vehículo. La circulación tanto de nutrientes como de desechos utiliza dentro de los organismos al agua como componente básico de los fluidos vitales. Los productos de desecho de los organismos también utilizan al agua como un vehículo. Podríamos decir que cualquier actividad metabólica está íntimamente ligada a la molécula de agua. Por otra parte, los organismos establecen íntimas y trascendentes relaciones con el medio ambiente. El agua, gracias a su capacidad calorífica, desempeña un papel muy importante en la regulación térmica del clima, haciendo que las variaciones sean menos bruscas, de lo que serían si no existiese el agua. Dentro del organismo el agua, tiene también esta importante función: regular la temperatura. La liberación de vapor de agua como sudor o como jadeo son vitales para la conservación de la temperatura corporal. Los organismos tienen estructuras u organelos que les permiten ‘captar’ información acerca del medio que les rodea. Los órganos sensoriales no podrían captar señales olfativas y gustativas si las moléculas que perciben no fueran transportadas por el agua. Las funciones reproductoras están también estrechamente ligadas al agua. El transporte de las células reproductoras (gametos) como son: espermatozoides, esporas o granos de polen, se desplazan por medio de este líquido, hasta encontrar el gameto femenino y formar un huevo o cigoto.
EL AGUA Y LA VIDA
Evolutivamente, todas las especies existentes tuvieron un ancestro común en el océano. Muchas de ellas emigraron a la tierra, sin dejar de depender del agua. Otras, han permanecido en este medio, desarrollando en él todas su ciclo de vida. Muchos de los ecosistemas que conocemos y otros que jamás hemos visto, se desarrollan en el agua, estableciendo relaciones complejas y frágiles. De estos ecosistemas dependemos todos los organismos terrestres. Una buena parte del oxígeno que respiramos, es producido por el fitoplancton que cubre grandes extensiones superficiales del océano. Su dependencia de la luz, hace que estas comunidades floten a escasos centímetros de la superficie, sin embrago, los organismos que viven en el océano dependen de ellos. Son el primer eslabón de todas las cadenas alimenticias acuáticas. Nuestro alimento también tiene una relación directa con las especies marinas. De una u otra forma terminamos dependiendo de estos ecosistemas. Los desechos y restos de los organismos marinos se depositan en los fondos marinos y dan sustento a las formas marinas más profundas. Los restos de esqueletos y conchas conforman un gran depósito calcáreo que almacena grandes cantidades de carbonatos, que representan óxidos de carbono que residirán de esta forma por largo tiempo.
EL AGUA Y EL SER HUMANO
Sin hablar del aspecto recreativo, cultural y lúdico que representa el agua para el hombre, su vida depende del agua en todo momento. Cerca del 75 % de su peso es agua. Se encuentra: en todos sus tejidos, la membrana de cada una de las células que los forman, tiene importantes cantidades de agua ( los tejidos que forman el cerebro pueden tener cerca de 90% de su peso en agua, aún los huesos tienen una gran proporción de ella, cerca de 40%); como componente de sus fluidos corporales: saliva, sangre, jugos gástricos, linfa, etc. Prácticamente todas las reacciones químicas que ocurren en el organismo utilizan al agua como solvente. Todos los nutrientes, desechos y metabolitos utilizan al agua como medio de transporte. En las diferentes funciones (respiración, transpiración, orina, heces, etc) el hombre pierde grandes cantidades de agua (al menos medio litro liberado en forma de vapor y un litro y medio en desechos) que deben ser restituidas, para ello bebe y toma agua en los diferentes alimentos que ingiere (aproximadamente 2 litros en los alimentos y medio litro sintetizado en diferentes procesos metabólicos).

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